Fra Filippo Lippi fue un expóxito florentino acogido en el convento del Carmine, donde tomó los hábitos al llegar a la adolescencia. Posiblemente su vocación no tenía un fundamento demasiado sólido ya que cuando para retratar a la Virgen utilizó como modelo a una monja llamada Lucrecia Buti, se enamoró de ella con tal pasión que la raptó y se dieron a la fuga.
Una vez exonerados ambos de sus votos, contrajeron matrimonio y de éste nacieron dos hijos: Filippino, también pintor, y Alexandra. Lo curioso es que Lippi continuó firmando sus cuadros como Fra y que Lucrecia según la similitud de la belleza, hay quién dice que pasó a ser la modelo que Botticelli para su Nacimiento de Venus.
Yo tenía entendido que la Venus de Boticelli era la amante de Lorenzo el Magnífico, que Boticelli estaba enamorado de ella platónicamente, ya que, por supuesto, jamás la consiguió.
ResponderEliminarMentira, me parece una mentira y lo que aún me parece más increible es que no retireis este libelo.
ResponderEliminarNo es cierta la historia que contais y estaría bien que al menos pusierais la buena, ahí va:
Existe una leyenda muy romántica que tiene que ver con la pintura de “El nacimiento de Venus” de Sandro Botticelli.
La pintura fue encargada a Botticelli por Giuliano di Piero de Medici, quien estaba enamorado de Simonetta Vespucci, la modelo de “El Nacimiento de Venus”, que fue acogido por la Galleria degli Uffizi. El amor entre Giuliano y Simonetta fue un gran amor legendario que ha hecho fantasear por decenios a los florentinos.
A finales del cuatrocientos, Giuliano gobernaba Florencia junto a su hermano, Lorenzo el Magnifico. Mientras Lorenzo estaba ocupado en llevar las riendas de la política de la ciudad, Giuliano se esforzaba en competencias caballerescas para ganar el afecto de Simonetta. En una feria, su bandera tenia una pintura del rostro de Simonetta que rezaba “L’unica e sola”.
La joven Simonetta no sólo fue la modelo de Botticelli, sino también de otros pintores renacentistas. Sus retratos estaban propagados por toda Florencia y los ciudadanos estaban encantados por su belleza hasta llegar a darle como sobrenombre “La bella Simonetta”.
Algunos dicen que el mismo Botticelli estaba enamorado de Simonetta, pero fue un amor nunca declarado, expresado sólo a través de sus numerosos retratos. Además de los famosos cuadros de la Galleria degli Uffizi, muchas de las mujeres de los cuadros de Botticelli se parecen a Simonetta.
La joven Simonetta murió trágicamente de tuberculosis a la edad de 22 años. “El Nacimiento de Venus” fue completado en 1845, nueve años después de su muerte. Botticelli era todavía capaz de capturar su belleza del simple recuerdo. Por solicitud del pintor, hoy Sandro y Simonetta reposan en paz, uno al lado del otro en la iglesia de Ognissanti en Florencia.
“El Nacimiento de Venus” es una de las pocas pinturas paganas de Botticelli que no fueron destruidas por la Iglesia Católica. Otra leyenda cuenta que Lorenzo el Magnifico protegió el cuadro de la ira de la Iglesia para dejar a su hermano un recuerdo de su amada.
“El Nacimiento de Venus”, acogido por la Galleria degli Uffizi, es una pintura que inevitablemente debe ser admirada cuando se está en esta romántica ciudad, porque no es sólo el testimonio de un grande artista o de la gloria de Florencia en los tiempos de los Medici, sino que se trata de un conmovedor amor que se dio bajo el cielo
Gracias Selene, es una historia hermosa. Si sabés dónde puedo encontrar más información te lo agradezco.
EliminarLlegué acá, porque fui este fin de semana al Uffizi y me llamó la atención cómo se repetía ese rostro. Y luego fui a buscar la tumba de Botticelli y veo que está en la misma iglesia que la familia Vespucci. Googleando los dos apellidos me encuentro con toda esta historia...
Gracias Selene!! Es un fantástico relato.
ResponderEliminarSomos grandes admiradores del arte, pero no es mentira que hay quien ha dicho que Lucrezia fuese la modelo de Botticeli, cosa que en ningún momento hemos afirmado, tan solo hemos divulgado haciendo mella de otra leyenda. Lo que creo que estarás de acuerdo es que Lucrecia fué la musa de Fray Filippo Lippi de quién encabezamos nuestro post.
De cualquier manera, reitero nuestro agradecimiento por tu relato.