Cuando Miguel Ángel se encontraba pintando la Capilla Sixtina, acudió a visitarle Pablo III acompañado de un miembro de ola Curia llamado Biagio de Cesena. Éste mostró su desacuerdo con la abundancia de desnudos diciendo: «Esto sería adecuado para una posada o para unos baños». Miguel Ángel no respondió. Simplemente retrató al dignatario bajo la forma de Minos y entre las llamas del Infierno. Cuando Biagio se quejó al papa, éste le respondió: «Si te hubiese pintado en el Purgatorio, tal vez hubiera podido salvarte, pero estás en el Infierno y allí yo ya no puedo intervenir»
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Que te ha parecido?