miércoles, 29 de diciembre de 2010

Amigas y rivales


Catalina de Médicis, esposa de Enrique II de Francia, mantuvo una excelente relación con la amante de su marido. Diana de Poitiers. Se dice que conversaban a menudo y que,una tarde, cuando la reina estaba leyendo en sus aposentos, Diana le preguntó: "¿Que léeis, señora?".
A lo que la reina contestó: "Leo las historias de este reino y descubro", y  añadió sonriendo, "que siempre han sido las amantes quienes han dirigido los asuntos de Estado".
Tal vez por ello, Catalina mandó practicar varios agujeros en el techo de la favorita para ver "la clase de vida que lleva con el Rey cuando están juntos", según escribió el cronista Brrantôme, buen entendedor de que, en el fondo, a la de Médicis le interesaban más los asuntos de gobierno que los de alcoba.

1 comentario:

  1. Pues cuando el rey murió (de un modo terrible, por cierto), una de las primeras cosas que hizo la de Médicis fué arrebatarle el maravilloso castillo de Chenonceaux, regalo de Enrique II,y quedárselo para ella.

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