Viriato, principal caudillo de la tribu lusitana, fue un pastor lusitano que se hizo cazador y soldado y que consiguió vencer a los romanos y obligar al cónsul Fabio Serviliano a firmar un tratado de paz. Roma se negó a ratificar el acuerdo de paz y compró la lealtad de unos compañeros de armas del caudillo luso, quienes le asesinaron. Cuando tras cometer su crimen acudieron a cobrar lo convenido, la respuesta pasó a la posteridad: "Roma no paga a traidores"
La muerte de Viriato, oleo de José Madrazo (Cason del Buen Retiro, Madrid)
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