Cuando, en noviembre de 1924, murió Giacomo Puccini, su ópera Turandot estaba inacabada. Su amigo, el director Arturo Toscanini, insistió en que se concluyera y así lo hizo Franco Alfano, discípulo del compositor.
Pero Toscanini no olvidaba al maestro y durante el estreno en La Scala de Milán, en 1926, dejó la batuta en el atril, se volvió hacia el público y, visiblemente conmovido, dijo: "Aquí se acaba la ópera del maestro. Había escrito hasta aquí cuando murió".
Y entre aplauso, bajó lentamente el telón.
de puta madre para el trabajo de musica
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