Alenza, el pintor romántico

Leonardo Alenza utilizó sus dibujos a pluma para dejar fiel reflejo del Madrid del siglo XIX. Tal es así que Mesonero Romanos le pidió que le ilustrara sus  Escenas Matritenses. Sin embargo, la fortuna no le acompañó a lo largo de su vida. Es más, hacia 1890 se hizo famosa en Madrid una tal doña Micaela que se había enriquecido gracias a las sustanciosas ventas realizadas de una serie de estampas, grabados o lienzos que reproducían la vida cotidiana de la capital. El autor no había sido otro que su hijastro, el pintor Leonardo Alenza, que, en 1845, había muerto en las más absoluta miseria con el único reconocimiento de haber sido recibido en la Real Academia de San Fernando.